domingo, 2 de marzo de 2008

ALGUNAS PROMESAS INCONCLUSAS

Cada vez que empieza una nueva edición de la Copa Libertadores, el pueblo albo se esperanza en la posibilidad de tener una actuación que esté a la altura de un equipo como Colo-Colo. Estos deseos son reforzados al escuchar promesas como “este año vamos a ganarlo todo” por parte de la administración del club.

Viendo la realidad con la mente fría, es imposible esperar resultados positivos si se continúa con la política de vender caro y comprar barato. Haciendo memoria, podemos recordar al gran equipo del año 2006, sin embargo, al comparar el nivel de jugadores de aquella temporada con las contrataciones realizadas para este 2008, con grandes figuras como Ricardo Rojas o Chapita Fuenzalida -por nombrar algunos- ¿Podemos tener alguna esperanza de ganar algo importante?: Lo más probable es que sigamos ganando todo en un campeonato tan mediocre como el nuestro, pero conseguir algún logro internacional es totalmente utópico.

Nos preguntamos ¿Dónde están los Bravo, Vidal, Valdivia, Fernández y Suazo?, ¿Cuánto dinero se recibió por estas ventas y cuanto se invirtió de este mismo?

Claro, más de alguno dirá que con estas ventas se están realizando las famosas remodelaciones en el estadio… ¿Pero no fueron esas las principales promesas que se hicieron en el momento de la licitación de club? En las cuales se prometió tener un estadio de primer nivel. Hasta el momento solo se han cambiado las butacas, una reja y un par de accesos. A cambio de esto, tenemos la cancha en el estado más deplorable desde la construcción del estadio, recinto que se ha arrendado a cuanto equipo chico ha querido jugar ahí, los que incluso se han dado hasta el lujo de tapar nuestro emblema y levantar su bandera sin que nadie les haya dicho nada.

Sumando otras promesas realizadas, también nos encontramos con el tema del precio de las entradas, donde se señaló que la galería no excedería considerablemente su valor: El resultado, tenemos las entradas más caras de toda Sudamérica para un partido internacional, donde ni siquiera los socios tienen algún beneficio. Para el campeonato nacional, el panorama no es muy distinto. Aquí, para un partido con jugadores que apenas alcanzan el nivel profesional, el precio de las galerías no baja de $3000, sumado al valor de los estacionamientos, que son los más caros de cualquier espectáculo, donde no existe ni siquiera la más mínima vigilancia que justifique un valor tan alto.

Por nuestra parte, tenemos claro que el objetivo final de estar en la dirigencia de Colo-Colo es utilizar nuestra popularidad como plataforma política o para obtener algún beneficio económico, sin ningún interés deportivo, formativo o social de por medio. Deseamos que por la parte dirigencial tengan claro que la paciencia de los hinchas en algún momento se agotará, ya que en el fútbol no basta con un discurso populista, con disfrazarse de hinchas y con prometer grandes resultados. Somos un equipo grande y exigimos resultados, y en el caso de ser derrotados, que sea dejando todo en la cancha.

Fuente: www.dalealbo.cl

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